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Toxiinfección alimentaria

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¿Cómo se produce y cómo evitarla? 

La toxiinfección alimentaria se produce cuando consumimos alimentos contaminados con algunas bacterias patógenas, virus y parásitos Esto puede ocurrir cuando: 

  • Los alimentos no se cocinan lo suficiente o no se calientan adecuadamente.
  • Los manipula alguien que no se ha lavado las manos o que padece una enfermedad que puede afectar a la seguridad de los alimentos.  
  • Los alimentos no se conservan a la temperatura adecuada, por ejemplo, si se dejan demasiado tiempo fuera del frigorífico o del congelador.
  • Los alimentos se consumen después de su fecha de caducidad.
  • Los alimentos crudos entran en contacto con alimentos listos para el consumo. 

Recuerda que cualquier tipo de alimento puede provocar una toxiinfección alimentaria si no se manipula o conserva de forma segura.

Es muy importante seguir las normas básicas de higiene durante la preparación de los alimentos.  Además, es fundamental que los productos de origen animal se cocinen correctamente para poder consumirlos con seguridad. 

¿Qué es la salmonelosis

La salmonelosis es una enfermedad causada por bacterias pertenecientes al género Salmonella.  Es una causa frecuente de brotes de enfermedades de transmisión alimentaria, y cada año se notifican alrededor de 80 000 casos de salmonelosis en la Unión Europea. 

La salmonelosis se asocia fundamentalmente al consumo de los siguientes alimentos: huevos y productos a base de huevo crudo o poco cocinados, carne cruda o poco cocinada, especialmente de aves de corral, así como leche y productos lácteos no sometidos a tratamientos que eliminen a Salmonella; agua contaminada, frutas y hortalizas crudas.

Síntomas y riesgos 

Los síntomas agudos de la salmonelosis en las personas son fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y calambres abdominales. Si aparecen complicaciones (como deshidratación o infección sistémica), puede poner en peligro la vida. 

¿Cómo se puede prevenir en el hogar? 

  • Cocina completamente los alimentos de origen animal antes de su consumo.
  • Mantén separados los alimentos crudos de los cocinados para evitar la contaminación cruzada.
  • Utiliza utensilios, tablas de cortar y superficies limpias para cada tipo de alimento.
  • Es importante lavarse bien las manos antes y después de la manipulación de alimentos.
  • guarda los alimentos perecederos en el frigorífico para ralentizar o detener la proliferación de bacterias.
  • Sigue las indicaciones de conservación y uso que aparecen en la etiqueta.  
  • Unas normas de higiene básicas como estas en la cocina pueden reducir significativamente el riesgo de salmonelosis. 
     

En casa, puedes contribuir a prevenir la infección por Salmonella cocinando bien los huevos y la carne. Seguir unas normas básicas de higiene al preparar los alimentos, como lavarse las manos con regularidad y mantener los alimentos crudos separados de los cocinados, también reducirá el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.

Valentina Rizzi, microbióloga alimentaria de la EFSA.

Los científicos europeos están estudiando cómo los patógenos, como Salmonella, contaminan alimentos como frutas, verduras, cereales y especias. Las verduras de hoja verde que se comen crudas y ciertas hortalizas, como las cebollas y los espárragos, se encuentran entre las combinaciones de mayor riesgo.

A través de la colaboración con los Estados miembros de la UE, la Comisión Europea, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) se han implantado programas eficaces para reducir la contaminación por Salmonella de las aves de corral y proteger a los consumidores en toda la Unión Europea. 

¿Qué es la listeriosis? 

La listeriosis es una grave enfermedad de transmisión alimentaria causada por Listeria monocytogenes, una bacteria muy resistente y ampliamente distribuida en el medio ambiente, que puede multiplicarse incluso a temperaturas de refrigeración. Puede contaminar tanto alimentos crudos como cocinados, especialmente productos listos para el consumo como fiambres, quesos blandos, pescado ahumado y platos precocinados.

Aunque infrecuente, la listeriosis es una enfermedad grave con altas tasas de hospitalización y mortalidad, que afecta especialmente a grupos vulnerables como las mujeres embarazadas, los recién nacidos, las personas mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados. 

Síntomas y riesgos 

En personas sanas generalmente la infección suele ser asintomática o cursa con una sintomatología gastrointestinal leve, fiebre y dolores musculares. Sin embargo, en los grupos vulnerables pueden presentarse complicaciones graves como la meningitis, la septicemia o el aborto.  

¿Cómo se puede prevenir? 

Listeria no sobrevive a una cocción adecuada (temperaturas superiores a 65 °C), pero puede volver a contaminar los alimentos después de la cocción, durante la conservación o la manipulación. Para reducir el riesgo: 

  • Mantén la temperatura del frigorífico por debajo de 5 °C, según lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, para limitar la proliferación de la bacteria.
  • Separa los alimentos crudos de los cocinados y listos para el consumo durante la preparación y la conservación.
  • Utiliza utensilios limpios y específicos para diferentes tipos de alimentos.
  • Es importante lavarse bien las manos antes y después de manipular alimentos.
  • Consume los alimentos antes de su fecha de caducidad.
  • Sigue las indicaciones de conservación y uso que aparecen en la etiqueta.  

La listeria es una bacteria resistente que puede sobrevivir y crecer en entornos fríos, pero una cocción adecuada y una manipulación cuidadosa de los alimentos pueden mantenerla eficazmente a raya.

Eleonora Sarno, microbióloga alimentaria de la EFSA.

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