Los hidrocarburos de aceites minerales (MOH, por sus siglas en inglés) comprenden un grupo diverso de mezclas de hidrocarburos que contienen miles de compuestos químicos de diferentes estructuras y tamaños, derivados principalmente del petróleo crudo y, asimismo, producidos de manera sintética a partir del carbón, el gas natural y la biomasa. La composición química de la mayoría de las mezclas de MOH es desconocida y suele variar de un lote a otro; las especificaciones se expresan a menudo en términos de viscosidad, o «espesor», en relación con las aplicaciones de los productos y no en términos de su composición química. Estas mezclas de gran complejidad tienen una amplia variedad de usos industriales y domésticos. Existen diversas fuentes posibles de presencia de MOH en los alimentos: principalmente, materiales de envasado de alimentos, aditivos alimentarios, coadyuvantes tecnológicos y contaminantes ambientales tales como lubricantes.
El posible efecto de los MOH en la salud humana varía considerablemente; los MOH «aromáticos» pueden actuar como carcinógenos genotóxicos (es decir, pueden dañar el ADN, el material genético de las células, y causar cáncer), mientras que algunos MOH «saturados» pueden acumularse en los tejidos humanos y causar efectos adversos en el hígado. En la Unión Europea, ciertos MOH de viscosidades baja y media están autorizados para su uso como aditivos alimentarios.