Los metales como contaminantes en los alimentos
Algunos metales, como el arsénico, el cadmio, el plomo y el mercurio, están presentes de forma natural en determinados compuestos químicos. Pueden encontrarse en diferentes niveles en el medio ambiente, por ejemplo, en el suelo, en el agua y en la atmósfera. Los metales también pueden aparecer como sustancias residuales en los alimentos debido a su presencia en el medio ambiente, a consecuencia de actividades humanas como la agricultura, la industria o las emisiones de escape de los automóviles, o de la contaminación asociada al procesamiento y al almacenamiento de los alimentos. Las personas pueden estar expuestas a estos metales ya sea por contacto con el medio ambiente o por ingestión de alimentos o agua contaminados. Con el tiempo, su acumulación en el cuerpo puede tener efectos nocivos.
Últimos datos
La EFSA ha publicado un dictamen científico sobre los riesgos para la salud asociados a la presencia de pequeñas especies Subdivisión del género, la especie es un grupo de organismos estrechamente relacionados y de apariencia similar; en el caso del Homo sapiens (el ser humano), la segunda parte del nombre (sapiens) representa a la especie orgánicas de arsénico en los alimentos, centrado en los compuestos ácido monometilarsónico (MMA) y ácido dimetilarsínico (DMA).
Los expertos concluyen que la exposición Concentración o cantidad de una sustancia concreta que absorbe una persona, población o ecosistema con una frecuencia específica en un periodo determinado de tiempo al DMA supone un riesgo para la salud, sobre todo para los grandes consumidores, debido a su relación con los mayores índices de cáncer de vejiga observados en ratas. A diferencia del DMA, el MMA no plantea problemas de salud para ningún grupo de edad.
Los niveles más altos de organoarsénicos se encontraron en el arroz y en el pescado.
Hitos
2024
La EFSA concluye que la exposición de los consumidores al arsénico inorgánico en los alimentos plantea un problema de salud. La conclusión confirma el resultado de la evaluación previa de la EFSA de 2009 sobre los riesgos relacionados con la presencia de arsénico inorgánico en los alimentos.
2023
La EFSA inicia una consulta pública sobre su proyecto de dictamen sobre el arsénico inorgánico en los alimentos. Las conclusiones del proyecto de dictamen confirman el resultado de la anterior evaluación de la EFSA en 2009: la exposición de los consumidores al arsénico inorgánico en los alimentos constituye un riesgo para la salud.
2021
Enero
La EFSA publica un informe sobre la exposición alimentaria crónica al arsénico inorgánico, el primero de este tipo desde 2014. Se basa en datos de consumo de 23 países europeos y 44 encuestas dietéticas (87.945 sujetos).
2020
Octubre
La EFSA actualiza su dictamen científico Dictamen que puede incluir evaluaciones de riesgos relativas cuestiones científicas generales; evaluaciones de una solicitud de autorización de un producto, una sustancia o una alegación; o una valoración de una evaluación de riesgos sobre los riesgos para la salud humana derivados de la presencia de níquel en los alimentos y en el agua potable. Los expertos aumentaron el nivel de seguridad, conocido como ingesta diaria tolerable Estimación de la cantidad de una sustancia presente en los alimentos o el agua potable que no se ha añadido deliberadamente (p. ej. contaminantes) y que puede consumirse durante toda la vida sin que se aprecie un riesgo sobre la salud ( IDT La ingesta diaria tolerable (IDT) es una estimación de la cantidad de una sustancia presente en los alimentos o el agua potable que no se ha añadido deliberadamente (p. ej. contaminantes) y que puede consumirse durante toda la vida sin que se aprecie un riesgo sobre la salud), de 2,8 a 13 microgramos por kilogramo de peso corporal. Este cambio es consecuencia de la aplicación de las orientaciones actualizadas sobre la dosis de referencia, que ha permitido obtener un conjunto de datos más completo. Los expertos llegan a la conclusión de que la actual exposición alimentaria A efectos de la evaluación de riesgos, medición de la cantidad de una sustancia que consume una persona o un animal en su alimentación, añadida de forma deliberada o presente involuntariamente (por ejemplo, un nutriente, un aditivo o un plaguicida) crónica al níquel puede ser preocupante en la población Comunidad de personas, animales o plantas de la misma especie de menor edad (lactantes y niños).
2015
Enero
La EFSA publica una declaración sobre los riesgos y los beneficios del productos del mar, relativa en particular a la presencia de metilmercurio en los alimentos. La forma más eficaz de aprovechar los beneficios del pescado para la salud y, al mismo tiempo, minimizar los riesgos que plantea la exposición excesiva al metilmercurio es limitar el consumo de especies de pescado con un alto contenido de este compuesto.
2014
Marzo
La EFSA actualiza su análisis sobre la presencia de arsénico en los alimentos en Europa. Los especialistas en datos de la Autoridad refinan sus estimaciones de la exposición alimentaria crónica (a largo plazo) al arsénico inorgánico, que son inferiores a las anteriores notificadas por la EFSA.
La EFSA publica un dictamen científico sobre el riesgo para la salud humana derivado del cromo presente en los alimentos, especialmente en las legumbres y hortalizas y en el agua potable embotellada. Los expertos de la EFSA establecen una ingesta Cantidad de una sustancia (por ejemplo, un nutriente o una sustancia química) que ingiere una persona o un animal a través de la dieta diaria tolerable (IDT) de 0,3 miligramos de cromo III por kilogramo de peso corporal. El cromo III es un nutriente esencial Toda sustancia que un organismo vivo debe obtener de la dieta para gozar de salud, crecer y desarrollarse que se encuentra en la naturaleza y constituye la principal forma de cromo presente en los alimentos. La exposición alimentaria está muy por debajo de la IDT en todos los grupos de edad y, por tanto, no plantea problemas de salud pública.
Estudios realizados con animales revelan que niveles elevados de cromo VI pueden provocar cáncer; por lo tanto, el Grupo no establece un nivel seguro («IDT») para el cromo VI. El cromo VI suele producirse en procesos industriales y a veces se encuentra en el agua potable.
Los expertos de la EFSA concluyen que la ingesta media de cromo VI a través del agua potable es preocupante en el caso de los lactantes, pero poco preocupante para el resto de los grupos de edad. En algunos grupos, especialmente en los lactantes y los niños, las exposiciones superiores a la media podrían suponer un problema, pero estas estimaciones están limitadas por la baja disponibilidad de datos.
2011
Febrero
Tras una evaluación del cadmio realizada por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), la EFSA vuelve a evaluar la IST La ingesta semanal tolerable (IST) es la ingesta máxima de sustancias presentes en los alimentos, como nutrientes o contaminantes, que pueden consumirse semanalmente durante toda la vida sin riesgo de efectos adversos para la salud de 2,5 microgramos por kilogramo de peso corporal establecida en 2009 y concluye que sigue siendo adecuada.
Actualmente, la exposición media al cadmio en la dieta de los adultos se aproxima a la IST, mientras que, en algunos subgrupos – como los niños, los vegetarianos y las personas que viven en zonas muy contaminadas – podría ser superior a la IST. El riesgo de efectos adversos que corre una persona por exposición alimentaria es reducido, porque la IST no se basa en lesiones renales reales, sino en un indicador temprano de alteraciones de la función renal que sugiere una posible lesión renal en etapas posteriores de la vida. Los expertos reiteran sus conclusiones anteriores, según las cuales es improbable que la exposición alimentaria actual produzca efectos adversos en una persona, pero consideran necesario reducir la exposición al cadmio entre la población.
2010
Abril
La EFSA publica un dictamen sobre los posibles riesgos para la salud relacionados con la presencia de plomo en los alimentos. Los expertos consideran que los cereales, las legumbres y hortalizas y el agua del grifo son los alimentos que más contribuyen a la exposición al plomo en la dieta de la mayoría de los europeos. Concluyen que los niveles actuales de exposición al plomo suponen un riesgo bajo o insignificante para la salud de la mayoría de los adultos, si bien reconocen una preocupación por los posibles efectos en el desarrollo neurológico de fetos, lactantes y niños.
2009
Octubre
La EFSA adopta un dictamen sobre el arsénico en los alimentos, centrado principalmente en el arsénico inorgánico, que es la forma más tóxica en que puede presentarse el arsénico. Los expertos recomiendan reducir la exposición al arsénico inorgánico.
Marzo
La EFSA lleva a cabo una evaluación del riesgo Ámbito especializado de las ciencias aplicadas que consiste en revisar datos y estudios científicos con el fin de evaluar los riesgos asociados a determinados peligros. Consta de cuatro etapas: identificación del peligro, caracterización del peligro, evaluación de la exposición y caracterización del riesgo en el ámbito de la exposición alimentaria al uranio en los alimentos, en particular en el agua mineral Elemento inorgánico natural (por ejemplo, el calcio o el hierro) cuya presencia en la alimentación es necesaria para un crecimiento, un desarrollo y una salud normales, y se pronuncia sobre la IDT de uranio. El dictamen se centra en la toxicidad Capacidad de una sustancia para dañar un organismo vivo química del uranio.
La EFSA llega a la conclusión de que la exposición alimentaria media al uranio de la población en general y de los grandes consumidores de toda Europa está actualmente por debajo de la IDT. En zonas concretas donde las concentraciones de uranio en el agua potable son altas, las estimaciones de exposición se aproximan a la IDT, pero siguen estando por debajo. En el caso de los lactantes, si el agua utilizada en los preparados elaborados para su alimentación contiene uranio, la exposición en proporción a su peso corporal puede llegar a triplicar la de los adultos.
Papel de la EFSA
La Comisión Europea y los Estados miembros han pedido a la EFSA que se evalúe el riesgo de diversos metales como contaminantes, entre los que cabe mencionar el arsénico, el cadmio, el cromo, el plomo, el mercurio, el níquel y el uranio. Este trabajo lo realiza la Comisión Técnica Científica de Contaminantes de la Cadena Alimentaria (Comisión Técnica CONTAM). La EFSA también colabora estrechamente con los Estados miembros y otros proveedores de datos para recabar información sobre la incidencia Número de nuevos casos que se producen en un período de tiempo específico en una zona geográfica determinada; por ejemplo, el número anual de casos de gripe en Europa de los metales en los alimentos y los piensos.
Marco de la UE
Los principios de la legislación de la UE sobre contaminantes en los productos alimenticios se recogen en el Reglamento (CEE) 315/93:
- Queda prohibida lla comercialización de productos alimenticios que contengan contaminantes en proporciones inaceptables para la salud pública, y en particular desde el punto de vista toxicológico.
- Los niveles de contaminantes deben mantenerse tan bajos como sea razonablemente posible siguiendo las buenas prácticas de trabajo recomendadas.
- Deben fijarse límites máximos para determinados contaminantes con el fin de proteger la salud pública.
El Reglamento (CE) 1881/2006 fija el contenido máximo de determinados contaminantes, como el plomo, el cadmio, el mercurio y el estaño inorgánico, en los productos alimenticios. No incluye las sustancias radiactivas. El Reglamento (CE) 333/2007 abarca los métodos de muestreo y análisis para el control oficial de los niveles máximos de estos metales. El control y el seguimiento de los residuos de elementos químicos en los alimentos de origen animal se especifican en la Directiva 96/23/CE del Consejo.
Véase también
Legislación de la UE sobre contaminantes – Comisión Europea