Delta-8 THC: la EFSA establece el nivel de ingesta seguro

El delta-8 THC es un cannabinoide psicoactivo que se detecta ocasionalmente en productos derivados de la planta de cáñamo Cannabis sativa, como las hojas, las semillas y el aceite de cáñamo. También se detecta en productos alimenticios como caramelos y suplementos comercializados como productos de cáñamo.

El consumo del delta-8 THC afecta a las capacidades cognitivas y psicomotoras y aumenta la frecuencia cardíaca de manera similar al delta-9 THC, la principal sustancia química responsable de los efectos psicoactivos del cannabis.

Teniendo en cuenta la similitud de los efectos y los modos de acción entre el delta-8 THC y el delta-9 THC, los científicos de la EFSA han determinado que ambos productos químicos tienen una potencia Medición de la capacidad de una sustancia química para ejercer un efecto, descrita en términos de relación entre la dosis utilizada y la magnitud del efecto resultante. similar. Han llegado a la conclusión de que la dosis de referencia Dosis mínima de una sustancia que conlleva un riesgo para la salud claro pero de baja intensidad, normalmente correspondiente a una modificación del 1-10 % de un efecto tóxico específico, como la inducción de un cáncer aguda (DRfA) establecida en 2015 para el delta-9 THC debe aplicarse a la cantidad total del delta-8 THC y delta-9 THC consumidos conjuntamente. La DRfA es de 1 microgramo (una millonésima parte de un gramo) por kilogramo de peso corporal al día.

Basándose en el trabajo de la EFSA, la Comisión Europea y los Estados miembros estudiarán si es necesario adoptar medidas reglamentarias para el delta-8 THC en los alimentos con el fin de proteger a los consumidores de posibles riesgos para la salud.

Los científicos de la EFSA también recomendaron que se tuvieran en cuenta los estudios recientes sobre el delta-9 THC para reevaluar su seguridad.