PLS: Nivel superior de ingesta tolerable para los azúcares alimentarios

• Este resumen en lenguaje claro es una comunicación simplificada del Nivel superior de ingesta tolerable para los azúcares alimentarios de la EFSA.
• La finalidad de este resumen es mejorar la transparencia e informar a las partes interesadas sobre la labor de la EFSA en este ámbito mediante un resumen en lenguaje claro de las conclusiones principales.

• Si desea conocer los resultados, el análisis y la interpretación en detalle deberá consultar el informe completo de la EFSA aquí.

• Nuestra alimentación contiene tres categorías principales de azúcares (azúcares alimentarios):

• Los azúcares añadidos son los que se añaden a los alimentos durante su preparación, su cocinado, etc., los que se comen por separado y los que se añaden a los alimentos en la mesa.
• En los azúcares libres se incluyen los azúcares añadidos y aquellos presentes naturalmente en la miel y el almíbar, así como los que se liberan cuando se exprimen frutas y verduras (p. ej., en zumos y concentrados de zumo).

• Azúcares presentes de forma natural en la leche, las frutas y las verduras sin procesar.

• La combinación de todas las categorías de azúcares alimentarios es la cantidad total de azúcares que consumimos en nuestra dieta. 
• Se sabe que el consumo de azúcares produce caries (cavidades dentales).

• Los azúcares consumidos en exceso se almacenan en el organismo en forma de grasa para su uso posterior. Si estas reservas no se utilizan, pueden acumularse con el tiempo y provocar problemas de salud, como obesidad, enfermedades hepáticas, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2.

• La EFSA se encarga de ofrecer asesoramiento científico independiente sobre la ingesta de nutrientes a los gestores del riesgo y a los responsables políticos de la UE.
• Cinco países nórdicos europeos solicitaron a la EFSA que estableciera un nivel superior de ingesta tolerable (NS) basado en datos científicos para los azúcares alimentarios de cualquier origen (es decir, de la dieta).
• El nivel superior de ingesta tolerable es la cantidad máxima de un nutriente que se puede consumir de manera segura durante un periodo prolongado.

• No se ha pedido a la EFSA que recomiende cuántos azúcares deben incluir los consumidores en su dieta, ya que no es su responsabilidad establecer objetivos nutricionales para las poblaciones ni recomendaciones para las personas.
• Esta tarea compete a las autoridades de salud pública nacionales apoyadas por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
• En 2010, la EFSA no pudo calcular un nivel superior de ingesta tolerable para los azúcares añadidos, a pesar de que se habían notificado efectos adversos en relación con el consumo de bebidas azucaradas y el aumento del peso corporal, principalmente en niños.

• En respuesta a la solicitud, la Comisión Técnica de Nutrición, Nuevos Alimentos y Alérgenos Alimentarios (NDA) de la EFSA recopiló, estudió y analizó los datos y la información necesarios sirviéndose de la bibliografía publicada pertinente. 

• La Comisión Técnica NDA es un grupo multidisciplinar de expertos científicos. 
• Los conocimientos especializados de la Comisión Técnica brindan un conocimiento científico exhaustivo y las habilidades técnicas necesarias para evaluar los efectos adversos de los azúcares alimentarios y la exposición de los consumidores a los azúcares. 

1. La metodología se basó en los principios y procesos ilustrados en el proyecto PROMETHEUS de la EFSA. 

2. Se aplicó una estrategia en 4 etapas: identificación del peligro, caracterización del peligro, evaluación de la ingesta y caracterización del riesgo. 

3. Se adaptó al caso específico la estrategia para la revisión sistemática y la integración de pruebas desarrollada por la Oficina de Evaluación de la Salud y Traducción del Programa Nacional de Toxicología de los Estados Unidos. 

4. La metodología se utilizó para evaluar la fiabilidad de los estudios aptos y formular conclusiones sobre la identificación de peligros, teniendo en cuenta las incertidumbres identificadas en el conjunto de pruebas. 

• Llevó a cabo revisiones sistemáticas de la bibliografía y cribó más de 25 000 publicaciones científicas en julio de 2018, y 7 500 más en agosto y octubre de 2020. 
• Identificó 120 estudios aptos que vinculaban el consumo de azúcares con el riesgo de enfermedades metabólicas crónicas, efectos relacionados con el embarazo y caries. 

• Estimó la ingesta de azúcares alimentarios procedentes de toda la dieta y de diferentes categorías de alimentos mediante el uso de datos armonizados sobre el consumo de alimentos procedentes de estudios dietéticos realizados en 25 países europeos, en los que se incluyó a unas 135 000 personas. 

• Confirmó la relación, con distintos grados de certeza, entre el consumo de azúcares alimentarios y una serie de problemas de salud. 
• Sin embargo, no es posible establecer un nivel superior de ingesta tolerable basado en datos científicos para los azúcares alimentarios (ya sean azúcares totales, añadidos o libres).

• La Comisión Técnica tampoco pudo establecer un «nivel seguro de ingesta».
• El motivo es que el riesgo de efectos adversos para la salud (respuestas) aumentó en todo el rango de niveles de ingesta observados (dosis) de forma constante (lineal), es decir, cuanto mayor era la ingesta, mayor era el riesgo de efectos adversos.

• Los datos sobre la composición de los alimentos recogidos en 2012 pueden no reflejar correctamente las formulaciones alimentarias actuales.
• Los estudios dietéticos con pocos días de consumo pueden no reflejar correctamente las ingestas habituales.

• Existen pocos estudios sobre los azúcares libres y no es posible evaluar los azúcares añadidos y libres por separado.
• Muchos estudios no cuantificaron los azúcares de grupos de alimentos específicos, lo que significa que solo fue posible calcular la ingesta a partir de las bebidas.
• La contribución energética y no energética (es decir, los efectos específicos de la molécula) de los azúcares alimentarios de diferentes orígenes al riesgo de enfermedades metabólicas no pudo abordarse sistemáticamente en todos los estudios y parámetros de enfermedades.
• La relación entre la ingesta de azúcares añadidos y libres y el riesgo de enfermedades metabólicas crónicas no pudo explorarse adecuadamente a niveles inferiores al 10 % de la ingesta calórica total debido al bajo número de estudios disponibles.

Al prestar asesoramiento dietético, las autoridades sanitarias públicas deben:

• Considerar que el consumo de azúcares añadidos y libres debe ser lo más bajo posible como parte de una dieta adecuada desde el punto de vista nutricional.
• Tener en cuenta el estado nutricional, la composición real de los alimentos disponibles y los patrones conocidos de consumo de alimentos y nutrientes de sus poblaciones.

La cantidad más baja de azúcares añadidos/libres que es compatible con una dieta adecuada desde el punto de vista nutricional en Europa puede variar entre los grupos de población y los países.